Homenaje a mi cocina

Aunque no me gusta cocinar. El lugar que más me gusta de la casa es la cocina. Y es que al principio de todo esto, cuando todo comenzó...la primera idea que tuve fue hacer un café cultural. Siempre me gustó imaginarme atendiendo a las personas en sus mesas, preguntándoles que se servían... y entonces, apenas tenía un poco de dinero me compraba

cosas para poner linda la cocina. Compraba platos, grandes y pequeños, de todos los colores y diseños; tazas de café, de té, vasos, bowls, cubiertos y cada vez que pasaba por un escaparate y veía algo lindo lo imaginaba en mi cocina. La cocina es el lugar de la casa que más se transformó, la renovamos casi por completo. La verdad es que estaba muy venida a menos, con reposteros viejos y una distribución que espantaría a cualquier arquitecto; a excepción de unos hermosos azulejos que reconocería años más tarde como sevillanos y que dejamos intactos. Fueron estos azulejos también los que les mostré al diseñador y resultaron ser la inspiración para el logo de La Dramática. Bueno, al final la idea del café se fue diluyendo, básicamente por temas de licencias por la zona donde está ubicada la casa. Me quedé entonces con una cocina con mucha vajilla e utensilios que moría por usar. Sin embargo, la idea de espacio cultural no desperdició la oportunidad y nacieron nuestros chilcanos dramáticos, en cada evento que teníamos estaban presentes.

¡Ay, casi lo olvido! La cocina ha sido también camerino de actores y patas de un teatro. Fue aquí también donde me corté los dedos con el vidrio de las garrafas de pisco. Un día, horas antes de una presentación, cerrando la botella, literal explotó en mis manos. La sangre salía por todos lados, abrí de inmediato el caño y empecé a lavarlas, pero no paraba. Con una mano, cogí el celular y llamé a mi mamá, me dijo que le avisara a un amigo de mi padre que vive en frente. Para cuando él llegó, la cocina estaba toda salpicada de sangre, el piso y algunas mayólicas. Salimos a la calle principal, tomamos un taxi y me llevó a la clínica más cercana. Me hicieron 4 o 5 puntos, la verdad es que ya no lo recuerdo (aún tengo las cicatrices). De lo que nunca me olvidaré es de esta cocinita.

24 de junio de 2020.